20 cosas que los Ángeles Guardianes hacen por nosotros. Parte 5.



20 cosas que los Ángeles Guardianes hacen por nosotros. (Parte 5)

 


16. Se comunican a través de nuestra imaginación

 


Además de trabajar mediante nuestros sentidos e intelectos, nuestros Ángeles Guardianes también nos influyen por medio de nuestra imaginación, de acuerdo al Aquinate, quien da el ejemplo de los sueños de José (Cuestión 111, Artículo 3, en cambio y respuesta). Pero podría no ser algo tan obvio como un sueño; podría ser también a través de medios más sutiles como un ‘fantasma,’ el cual podría ser definido como una imagen traída a nuestros sentidos o imaginación (Cuestión 111: Artículo 1, Respuesta; definición adaptada del Diccionario de Filosofía Escolástica (Dictionary of Scholastic Filosophy) de Bernard Wueller, SJ).


 

17. Influencian nuestra voluntad


 


Los ángeles no pueden mover la voluntad directamente, pero, de acuerdo al Aquinate, pueden influenciarla indirectamente a través de nuestros sentidos e intelecto como se mencionó anteriormente (Cuestión 111, Artículo 2, Respuesta). Esto significa que nuestros Ángeles Guardianes influencian cada parte de nuestro ser para bien – nuestros sentidos, intelecto y voluntad.


 

18. Ayudan a nuestra salvación


 

La meta final de todo lo que los Ángeles Guardianes hacen es ayudar en nuestra salvación, de acuerdo al Aquinate. “Mirando al último efecto de la guarda angélica, que es la consecución de la salvación, sólo son enviados eficazmente en ministerio los ángeles custodios de los que consiguen la salvación.” El Aquinate escribía (Cuestión 113, Artículo 5, Respuesta 1). Aquí estaba extrayendo de Hebreos 1,14, que dice, “¿No son todos ellos espíritus servidores, enviados para servicio a favor de los que han de heredar la salvación?”


 

19. Nos recuerdan nuestra meta final


 

Inspirado por las palabras de Cristo en Mateo 18,10, San Agustín sugiere que los Ángeles Guardianes nos recuerdan que nuestra meta final es la visión beatífica de Dios: “Como la ven los espíritus angélicos, así también la veremos nosotros; pero no la vemos ahora así. Porque eso dijo el Apóstol lo que antes indiqué: «Vemos al presente por espejo, en enigma, pero entonces veremos cara a cara.» Esta visión intuitiva
se nos guarda por medio de nuestra fe, de la cual, hablando el Apóstol San Juan, dice:
«Cuando apareciere, seremos semejante a el porque le veremos como es en sí» Por la cara de Dios hemos de entender su manifestación, y no algún miembro, como el que tenemos en nuestro cuerpo y le llamamos cara.”





20. Nunca nos abandonan


 



Los Ángeles Guardianes asumen sus deberes en nuestro nacimiento y los mantienen hasta nuestra muerte. Para el Aquinate, esta es sólo una extensión de la verdad más amplia que nunca nos retiramos completamente del cuidado de Dios, aun en el pecado y en la duda: “Ahora bien, es cierto que ni el hombre ni cosa alguna se sustrae totalmente de la Providencia divina, porque, en tanto participa algo de la providencia universal en cuanto participa del ser. Pero en tanto se dice que Dios deja a alguno abandonado del orden de su providencia en cuanto permite que tal hombre sufra algún defecto de pena o de culpa. Pues de igual modo se ha de decir también que el ángel custodio nunca se desentiende totalmente del hombre…” (Cuestión 113, Artículo 6, Respuesta).








Este artículo fue adaptado de una publicación hecha por Stephen Beale en la página electrónica catholicexchange.com

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