Conoce a Bartolo Longo, el ex sacerdote satánico que se convirtió en santo católico.
Conoce a Bartolo Longo, el ex sacerdote satánico que
se convirtió en santo católico.
El beato Bartolo Longo fue ordenado ‘sacerdote satánico’ antes de regresar a la Fe católica y finalmente llegar a ser Dominico de la tercera orden.
Nacido en una familia adinerada el 10 de febrero de 1841 cerca de la ciudad costera de Brindisi en el sur de Italia, los padres de Bartolo Longo, quienes eran católicos devotos, deseaban que se convirtiese en profesor.
Después de que su padre muriese y su madre se volviese a casar con un abogado, Longo convenció a sus padres de que le enviasen a la Universidad de Nápoles para estudiar leyes en 1861.
En ese momento Italia era presa de un movimiento ultra-nacionalista y sus partidarios veían al Papa como antagónico a sus artilugios. Los estudiantes de la Universidad de Nápoles incursionaban en el espiritismo, el ocultismo, y la brujería.
Longo se unió a un movimiento que le llevó a un culto satánico, y con el tiempo fue ordenado sacerdote satánico después de lo que él describe como experiencias “espirituales”.
En los años siguientes, la vida de Longo fue una de “depresión, nerviosismo, y confusión.” Afligido por la ansiedad y la paranoia acudió a un amigo de su ciudad natal – Vincenzo Pepe – por guía.
Pepe le presentó al padre dominico Alberto Radente, quien le guio a la devoción al Rosario.
El 7 de octubre de 1871, Longo se convirtió en terciario dominico y tomó el nombre de ‘Rosario’. Poco tiempo después de regresar a la Fe visitó una sesión espiritista satánica y dijo mientras sostenía un rosario: “Renuncio al espiritismo porque no es nada más que un laberinto de error y falsedad.”
Su práctica del derecho le llevó a la cercana Pompeya, donde conoció a la condesa Mariana di Fusco, una viuda que poseía una gran cantidad de propiedades en la ciudad. Juntos inauguraron una confraternidad del Rosario, patrocinaron un festival en honor a Nuestra Señora del Rosario, y comenzaron a restaurar una iglesia en ruinas.
Reportes de presuntos milagros en la iglesia restaurada empezaron a llover, y el obispo de Nola les animó a los dos a iniciar la construcción de una iglesia mucho más grande. La primera piedra se puso en 1876, y se expandió a basílica en 1939. Hoy se le conoce como el Santuario de la Virgen del Rosario de Pompeya.
Por sugerencia del Papa León XIII, Longo se casó con la condesa en 1885, pero los dos permanecieron abstinentes. Ambos continuaron haciendo muchas obras de caridad, sustentando a los niños huérfanos y a los niños de los prisioneros.
Longo continuó promoviendo el Rosario hasta su muerte el 5 de octubre de 1926, a la edad de 85 años. Yace en una tumba de cristal en el Santuario de Pompeya, y tiene puesto el manto de un Caballero de la Orden del Santo Sepulcro.
El 26 de octubre de 1980, el Papa San Juan Pablo II beatificó a Bartolo Longo y le llamó el “Apóstol del Rosario”. Su fiesta se celebra el 5 de octubre cada año.
“Un especial carisma como verdadero apóstol del Rosario tuvo también el Beato Bartolomé Longo. Su camino de santidad se apoya sobre una inspiración sentida en lo más hondo de su corazón: « ¡Quien propaga el Rosario se salva! ».[13] Basándose en ello, se sintió llamado a construir en Pompeya un templo dedicado a la Virgen del Santo Rosario colindante con los restos de la antigua ciudad, apenas influenciada por el anuncio cristiano antes de quedar cubierta por la erupción del Vesuvio en el año 79 y rescatada de sus cenizas siglos después, como testimonio de las luces y las sombras de la civilización clásica.
Con toda su obra y, en particular, a través de los «Quince Sábados», Bartolomé Longo desarrolló el meollo cristológico y contemplativo del Rosario, que ha contado con un particular aliento y apoyo en León XIII, el «Papa del Rosario».” – Rosarium Virginis Mariae, Papa San Juan Pablo II.
Artículo publicado originalmente en inglés por Billy Ryan en la pagina electrónica uCatholic.
El beato Bartolo Longo fue ordenado ‘sacerdote satánico’ antes de regresar a la Fe católica y finalmente llegar a ser Dominico de la tercera orden.
Nacido en una familia adinerada el 10 de febrero de 1841 cerca de la ciudad costera de Brindisi en el sur de Italia, los padres de Bartolo Longo, quienes eran católicos devotos, deseaban que se convirtiese en profesor.
Después de que su padre muriese y su madre se volviese a casar con un abogado, Longo convenció a sus padres de que le enviasen a la Universidad de Nápoles para estudiar leyes en 1861.
En ese momento Italia era presa de un movimiento ultra-nacionalista y sus partidarios veían al Papa como antagónico a sus artilugios. Los estudiantes de la Universidad de Nápoles incursionaban en el espiritismo, el ocultismo, y la brujería.
Longo se unió a un movimiento que le llevó a un culto satánico, y con el tiempo fue ordenado sacerdote satánico después de lo que él describe como experiencias “espirituales”.
En los años siguientes, la vida de Longo fue una de “depresión, nerviosismo, y confusión.” Afligido por la ansiedad y la paranoia acudió a un amigo de su ciudad natal – Vincenzo Pepe – por guía.
Pepe le presentó al padre dominico Alberto Radente, quien le guio a la devoción al Rosario.
El 7 de octubre de 1871, Longo se convirtió en terciario dominico y tomó el nombre de ‘Rosario’. Poco tiempo después de regresar a la Fe visitó una sesión espiritista satánica y dijo mientras sostenía un rosario: “Renuncio al espiritismo porque no es nada más que un laberinto de error y falsedad.”
Su práctica del derecho le llevó a la cercana Pompeya, donde conoció a la condesa Mariana di Fusco, una viuda que poseía una gran cantidad de propiedades en la ciudad. Juntos inauguraron una confraternidad del Rosario, patrocinaron un festival en honor a Nuestra Señora del Rosario, y comenzaron a restaurar una iglesia en ruinas.
Reportes de presuntos milagros en la iglesia restaurada empezaron a llover, y el obispo de Nola les animó a los dos a iniciar la construcción de una iglesia mucho más grande. La primera piedra se puso en 1876, y se expandió a basílica en 1939. Hoy se le conoce como el Santuario de la Virgen del Rosario de Pompeya.
Por sugerencia del Papa León XIII, Longo se casó con la condesa en 1885, pero los dos permanecieron abstinentes. Ambos continuaron haciendo muchas obras de caridad, sustentando a los niños huérfanos y a los niños de los prisioneros.
Longo continuó promoviendo el Rosario hasta su muerte el 5 de octubre de 1926, a la edad de 85 años. Yace en una tumba de cristal en el Santuario de Pompeya, y tiene puesto el manto de un Caballero de la Orden del Santo Sepulcro.
El 26 de octubre de 1980, el Papa San Juan Pablo II beatificó a Bartolo Longo y le llamó el “Apóstol del Rosario”. Su fiesta se celebra el 5 de octubre cada año.
“Un especial carisma como verdadero apóstol del Rosario tuvo también el Beato Bartolomé Longo. Su camino de santidad se apoya sobre una inspiración sentida en lo más hondo de su corazón: « ¡Quien propaga el Rosario se salva! ».[13] Basándose en ello, se sintió llamado a construir en Pompeya un templo dedicado a la Virgen del Santo Rosario colindante con los restos de la antigua ciudad, apenas influenciada por el anuncio cristiano antes de quedar cubierta por la erupción del Vesuvio en el año 79 y rescatada de sus cenizas siglos después, como testimonio de las luces y las sombras de la civilización clásica.
Con toda su obra y, en particular, a través de los «Quince Sábados», Bartolomé Longo desarrolló el meollo cristológico y contemplativo del Rosario, que ha contado con un particular aliento y apoyo en León XIII, el «Papa del Rosario».” – Rosarium Virginis Mariae, Papa San Juan Pablo II.
Artículo publicado originalmente en inglés por Billy Ryan en la pagina electrónica uCatholic.
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