Un ex fanático del fútbol nos cuenta cómo abandonó su fanatismo
¿Por qué los deportes? ¿Por qué no? Un fanático del fútbol
reconsidera su fanatismo.
Por Damien Murtagh
¡Oye! ¡Lo hice! ¡Liverpool FC ganó su sexto título de la Champions League!
¡1 de junio de 2019 – tiempo de celebrar!
¿Qué tan fantástico es este logro para mí? Es decir, fue una situación delicada, gritando solo a la tele en el vestíbulo de los Caballeros de Colón mientras 22 millonarios pateaban una bolsa de aire alrededor de un campo por 96 minutos. Mi apoyo obviamente hizo la diferencia este año comparado con el año pasado, cuando por el mismo título, grité y esperé, y recé, y ellos perdieron. Es decir, Karius estaba conmocionado y todo, y Salah fue fauleado profesionalmente. Siempre hay un año entrante, ¿no es verdad para nosotros los “fanes”? ¿Nos mantenemos leales para que los hombres en los que tenemos fe nos hagan felices?
Literalmente, ¡literalmente! he seguido al Liverpool FC y a sus jugadores desde que tenía 5 años de edad. Cumplí 40 a fines de junio. 35 años siguiendo devotamente lo que es, en realidad, un negocio. Devotamente en realidad.
Aún recuerdo el día que tenía 5 y estaba vistiendo el uniforme con la imagen de Crown Paints pegada sobre el frente de la camiseta con el logo de Liverbird (símbolo del equipo), pensando que era Kenny Dalglish mientras corría a lo largo del campo frente a mi casa, el día de los deportes en mi barrio, cargando una patata en una cuchara. Gané, aunque por la ayuda de mi segunda mano. El árbitro estaba mirando para el lado equivocado y no tenía la ayuda del video.
96 fanes perdieron sus vidas apoyando a este club en 1989 en un partido por la copa FA en Sheffield. Fueron aplastados hasta morir. Recuerdo que mi padre me lo dijo ese día mientras venía a casa de jugar con mis amigos en los bosques cercanos a esta. Los lloré. Aún lo hago. Algunos de los muertos eran chicos en la adolescencia. Uno de ellos era menor que un adolescente y era primo de un héroe de culto, Steven Gerard. Él continuó adelante y levantó el trofeo de la Champions League en 2005. “Uno de nosotros”.
En los Mundiales de 1990 y 1994, Irlanda anduvo realmente bien, figurando unos pocos jugadores del Liverpool con acento Inglés. Yo era parte de su éxito. ¡Obvio! vestí la camiseta. ¡Grité sus nombres!, ellos eran irlandeses en ese momento. Sus pasaportes y las normas técnicas decían que lo eran.
Hasta esta temporada, la victoria de 2005 en Estambul era una de las remontadas más grandes de los deportes europeos. Hasta esta temporada. “Nosotros” derrotamos al Barcelona 4-0 en la segunda ronda este año, probablemente igualando esa remontada. Vi ese partido con tres de mis hijos en un restaurante mexicano. 3 fanes del Barcelona, que también lo veían, estaban descontentos al punto de ponerse violentos. Honestamente pienso que mi Ángel Guardián intervino ese día. No estaban felices y el resultado los puso agresivos físicamente con un hombre con 3 niños. Todo lo que hice fue alentar a mi equipo de pie a 10 metros de tres niños de menos de 10 años.
Otro recuerdo del Liverpool es de 1990. Recuerdo cuando mis padres accedieron a mis ruegos de gastar dinero en la camiseta con “Candy” en el frente. Un uniforme icónico. La vestí con orgullo durante la clase de Educación Física, era un defensor decente de fútbol gaélico en el club y en la escuela. Ellos ganaron títulos. Yo no lo hice. Recordaba los nombres de los jugadores que vestían esa camiseta: Dalglish. Rush. Houghton. Whelan. Barnes. McMahon (el apellido de soltera de mi madre). La lista continuaba. Aún continúa. Héroes. Hombres que son atléticamente fuertes.
Fan viene de la palabra fanático. Yo era un fan. Lo era. ¿A que sois fanáticos? ¿A los deportes o a vuestra salvación? ¿Ponéis cerca del mismo esfuerzo y energía en vuestra vida espiritual? ¿Qué os dan los deportes?
Hay un inglés en Nueva Zelanda muriéndose de cáncer hoy al tiempo que escribo este artículo en junio. Le dieron dos semanas de vida. Eso fue hace tres semanas. Él aguardó en línea por el Liverpool FC. Hoy ellos ganaron. ¿Qué más hay para vivir? ¿Qué más hay para alcanzar la salvación? El técnico hizo un trabajo increíble al decirle a Dave Evans que ellos están unidos. Hizo un video en Youtube. Ellos son parte de algo especial. Eso es seguro. Fue elegante y consolador. Vinculó a muchos fanes en su pena por ese hombre. Klopp es un técnico fantástico. Los técnicos son hombres. Nosotros somos hombres. Todos tenemos límites. ¿Adivina quién no los tiene?
He hablado demasiado sobre sucesos de deportes de los que diría que muchos de vosotros no tenéis conocimiento. Aunque probablemente hay otros recuerdos de deportes que vosotros tenéis que reemplazan los míos. ¿Dónde están ellos en vuestras prioridades?
Hoy, el día en que Liverpool ganó la Champions League, la gente de hecho me felicitó en las redes sociales y en mensajes de texto como si yo tuviera algo que ver con eso. Seguro que todos nos burlamos de nosotros mismos por engancharnos en los deportes, pero hombres, ¿por qué rendimos culto a otros hombres? ¿Qué diantres hice yo para merecer felicitaciones? Compré mercancía. Presumí en las redes sociales. Escogí un grupo de personas hace mucho tiempo, y cada vez que ellos trabajan duro para ganar un título otorgado por otros hombres, consigo celebrar y presumirle a otros hombres. Consigo ser superior a otros hombres por un breve periodo de tiempo.
El año pasado atavié a mis hijos de mercancía con los nombres de los millonarios. Ellos perdieron. Mis hijos todavía saben los nombres de esos hombres. Les enseñé canciones acerca de los hombres en el equipo. Han escuchado acerca de Mo Salah corriendo por la banda. Se saben “You’ll never walk alone” (Nunca caminarás solo). "King Kenny he did fly" (El Rey Kenny voló). Conocen eso más que al Rey David o al Rey Jesús.
Este año, durante mi segunda experiencia con Exodus 90, Liverpool estuvo volando alto. 10 puntos delante del Manchester City y pintando bien en la Champions League. Le dije a mi grupo de Exodus 90 que quería que ganaran para que pudiera abandonar el culto a los hombres. Tristemente, incluso en ese momento, necesitaba que ellos ganaran para que pudiera ser liberado de su hechizo. Solamente hay lugar para el culto a la Santísima Trinidad y esta no es hombres, equipo y juego de pelota. Mis hijos van a crecer. También los vuestros. Necesitan veros adorando a la Trinidad correcta. Sólo hay uno a quien realmente le importáis y que murió por vosotros. A medida que entramos en la temporada de deportes de otoño os pregunto: ¿Cuál es la correcta para vosotros?
Hombres católicos:
Practicad deportes porque necesitáis ejercicio.
Ved deportes porque los disfrutáis.
Seguid a Jesús y a nadie más.
Todos ellos se alejarán del foco de atención. Él nunca lo hará.
No mostréis a vuestros hijos que alguien más se interpone a Nuestro Señor.
Ellos os observan. Ellos recordarán a quien vosotros seguís. ¿A quién seguís vosotros?
Este artículo fue originalmente publicado en inglés en la página electrónica thosecatholicmen.com
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