¿Sabías que la Iglesia tiene una oración oficial para los ‘tiempos de epidemia’?
Oración oficial de la
Iglesia para los ‘tiempos de epidemia’
¿Sabías que la Iglesia
tiene una oración oficial para los ‘tiempos de epidemia’?
El Rituale Romanum o Ritual Romano fue primero promulgado por el Papa
Pablo V en 1614. Este contiene todos los servicios que un sacerdote o diacono
del Rito Romano puede ofrecer, y que no están todavía cubiertos por el
Breviario o el Misal.
El Capítulo 12 del
Ritual Romano incluye los Ritos para las Procesiones, uno de los cuales es el
altamente tópico y prominente ‘procesión en tiempo de epidemia y plaga’ dada la
actual pandemia global de Corona-virus.
De este rito se desarrolló la
oficial ‘oración en tiempos de epidemia’. Si estás sintiéndote
indefenso y quizá incluso un poco desesperanzado de cara al Corona-virus,
deberías emplear la herramienta más poderosa en el arsenal católico contra la
pandemia: la oración.
Reza la oración que
está abajo en ambos latín y español.
V.
No nos trates, Yahvé, conforme a nuestros pecados.
R.
Y no nos pagues según nuestras iniquidades.
V.
Acude a socorrernos, oh Dios, Salvador nuestro.
R.
Por la gloria de Tu Nombre, oh Yahvé, líbranos.
V.
No quieras recordar contra nosotros, oh Yahvé, las iniquidades de nuestros
mayores.
R.
Venga pronto a encontrarnos Tu Misericordia, porque estamos muy abatidos.
V.
San Sebastián, ora por nosotros.
R.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
V.
Escucha, Yahvé, mi oración.
R.
Y llegue a Ti mi clamor.
V.
El Señor sea con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
Oremos.
¡Otórganos
ser escuchados, oh Dios, nuestra única salvación! Y a través de la intercesión
de la gloriosa y santa María, Madre de Dios y siempre Virgen, de Tu amado
mártir Sebastián y de todos los santos, salva a Tu pueblo de los terrores de Tu
ira, y restaura su confianza por medio de la efusión de Tu compasión.
Muévete
a lástima, oh Señor, por nuestras sinceras súplicas, y cura las enfermedades de
cuerpo y alma; para que experimentando Tu perdón podamos regocijarnos siempre
en Tu bendición.
Te rogamos, oh Señor,
que nos concedas una audiencia mientras que devotamente elevamos a Ti nuestras
peticiones, y graciosamente aleja la epidemia de la plaga que nos aflige;
para que los corazones mortales puedan reconocer que estos azotes proceden de
Tu indignación y cesen únicamente cuando Tú estés movido a misericordia. Mediante
nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, quien vive y reina Contigo en la unidad del
Espíritu Santo, Dios, mundo sin fin. Amen.
℣. Dómine, non secúdum peccáta nostre facias nobis.
℟. Neque secúndum iniquittátes nostras retribuas nobis.
℣. Adjuva nos, Deus, salutáris noster.
℟. Et propter glóriam nóminis tui, Dómine, libera nos.
℣. Dómine, ne memineris iniquitatum nostrarum antiquárum.
℟. Cito anticipent nos misericórdiæ tuæ, quia páuperes facti
sumus nimis.
℣. Ora pro nobis, sancte Sebastiáne.
℟.
Ut digni efficiátmur promissiónibus Christi.
℣.
Dómine, exaudi oratiónem meam.
℟. Et clamor meus ad te véniat.
℣. Dominus vobiscum.
℟. Et cum spiritu tuo.
Orémus
Exáudi nos, Deus
salutáris noster: et intercedénte beáta et gloriósa Dei genitrice Maria semper
vergine, et beáto Sebastiáno mártyre tuo, et omnibus Sanctis, pópulum tuum ab
iracundiæ tuæ terróribus libera, et misericórdiæ tuæ fac largitáte securum.
Propitiáre,
Dónine, supplicatiónibus nostris: et animárum et córporum medére languóribus:
ut remissióne percépta, in tua semper benedictióne lætémur.
Da nobis,
quæsumus, Dómine, piæ petitiónis efféctum: et pestiléntiam mortalitatérmque
propitiátus avérte; ut mortálium corda cognóscant, et te indignánte tália
flagélla prodire, et te miserante cessáre. Per Dóminum.
Amen.
Artículo adaptado de
una publicación hecha originalmente en inglés por Billy Ryan en la página
electrónica uCatholic.
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